martes, 25 de marzo de 2014

La Emococina de Miss Slower . Bata blanca y mandilín... ¿ o era al revés?




Cocinando y degustando  ponemos en marcha habilidades y destrezas cognitivas .
A través de nuestros sentidos estimulamos y activamos nuestro cerebro, desarrollamos la creatividad ,la imaginación, la memoria,la toma de decisiones y el establecimiento de metas aumentando nuestra autonomía y nuestra sensación de logro , dejando fluir sentimientos y emociones  durante todo el proceso .De principio a fin. Un aprendizaje y una experiencia que podemos extrapolar a otros ámbitos y que contribuye a aumentar nuestro bienestar  físico y emocional ,nuestro desarrollo personal y mejorar nuestra calidad de vida.

El encuentro con el buen comer, el buen vivir y el bien-estar, entendiendo que la cocina y la gastronomía propician sentimientos y emociones a la par que estimulan nuestro cerebro con nuevas experiencias y nuevos conocimientos, es un encuentro afortunado y dichoso .
Un encuentro que confirma la poderosa capacidad de lo culinario para ampliar horizontes mentales ,establecer lazos , compartir y unificar posturas, facilitar la comunicación y hasta suavizar conflictos. Creo que pocas actividades proporcionan tantas ventajas, beneficios y satisfacciones al ser humano .





¨El sibaritismo gastronómico, unido a la inteligencia contribuye  a hacer a los hombres amables¨
         (Alexandre Grimod de la Reynier)


Y ya metidos en  fogones  (físicos y mentales) directamente y en los de esta cocinera-psicóloga o psicóloga-cocinera (el orden de los factores no altera el producto)  que es Miss Slower , te diré que me gusta llamar Emococina a la que  elaboro (o elaboramos la de la bata blanca y yo) Se que me vas a entender.

Sabores que guardo en los tarros de la memoria para atraparlos y conservarlos. Ingredientes elegidos con mimo y cocinados a base de emociones para luego poder ofrecerlos con las manos abiertas y el corazón contento ,eso es Emococina.


Tradiciones y costumbres asociadas al cocinar y al comer, la memoria culinaria y la trasmisión de conocimiento aderezado con experiencias vitales y mucho de refuerzo positivo, eso es Emococina.





Momentos a fuego lento, plenos de aromas, de colores, de contrastes, de texturas, de vivencias...
Ambiente y entorno de acuerdo a la ocasión gastronómica y el perfil del comensal o el tipo de cocina . Detalles que ayudan a potenciar el flavour  en el momento de la degustación...eso es Emococina.






Tiempo justo para saborear momentos con los Cinco Sentidos, sin prisas , de forma slow, dejando fluir sensaciones y sentimientos con calma ,con intención ,con complacencia,con indulgencia y con alegría. Eso es es Emococina .



En ocasiones me gusta columpiarme, lanzarme a explorar y preparar nuevos platos. Dar algún toque distinto a ciertas recetas, abrir la nevera y la despensa, observar que tengo, cerrar los ojos, evocar sensaciones y  sabores. Pensar en posibles combinaciones  y dejarme llevar por la creatividad y la inspiración.

 Abrir el disco duro de mi  cerebro cerebro(el ordenador más potente del mundo) y localizar las carpetas y los archivos adecuados que me ayuden a poner en marcha la idea culinaria que provocará nuevas sensaciones y nuevas emociones. Eso es  Emococina.


Tener en cuenta el estado de ánimo a la hora de cocinar una determinada receta,saber (por ejemplo) que los días más grises y melancólicos necesitan color ,calor y preparaciones dulces y armoniosamente presentadas .Eso es Emococina.


Para Teresa/Miss Slower esto empezó hace mucho tiempo...



     
 ¨ La cocina es alquimia de amor ¨
  Guy de Maupassant ( Cuentos de la Becada)



Durante mis primeros siete años de vida fui una comedora ¿difícil? Recuerdo que me gustaban muy pocas cosas ,excepto algunos dulces, el chocolate en general  y una serie de peperetadas ( caprichadas gastro a veces imposibles y casi siempre incomibles  ) 
Además de forrarme a  jugos de carne (el culpable de esto de los jugos de carne no fue ni mas ni menos que  Cunqueiro) aceite de hígado de bacalao para abrir el apetito, aburridísimas curas de aire ,mar y montaña , mis padres me dejaban hacer combinaciones extrañas con la comida. Era habitual en mi tomar el filete con nata, el pescado con zumo de naranja o las patatas fritas con chocolate a la taza. Mis padres decidieron que era bueno para mi educación personal y gastronómica consentir estas mezclas.




  
¡Una de patatas fritas con chocolate a la taza!


El objetivo prioritario era que fuera comiendo, ampliara¨ paladar ¨ , que  fuera incorporando nuevos y variados alimentos a mi extravagante y pésima alimentación entendiendo como básico conseguirlo desde lo lúdico, sin presiones. Jugando, explorando, experimentando ...

Comprobaron que no había mejor táctica que la de mostrar absoluta impasibilidad e incluso manifestar calurosamente su aprobación cuando ,por ejemplo, pedía un flanecito de caramelo  para la sopa .
De esa forma mi curiosidad, libre de presiones se fue acrecentando y mis experiencias gastronómicas poco a poco fueron mejorando tanto en cantidad como en calidad .

Sin darme cuenta un día estaba comiendo rape con ajada y chuletillas de cordero con patatas fritas. De postre mousse de chocolate con nata. Reconocí inmediatamente lo ricos que estaban tales platos y lo que mejoraba ,por ejemplo, el sabor de la patata frita con el juguito de la chuletilla y ¡sin nata con azúcar! .Siempre que degusto chuletillas de cordero, me reprocho el haberme perdido durante unos cuantos años su delicioso saborcillo sin aderezos intragables.

Poco a poco me fui introduciendo de lleno en  el mundo culinario gastronómico y gastrosófico.  Poco a poco fui descubriendo poco a poco  el nexo de unión entre lo  emocionalmente placentero y las acciones de cocinar y degustar y ,claro, me fui enganchando...


Cocino desde los diez años y desde los diecisiete prácticamente a diario (tengo 56 ) 
Siempre he sentido un enorme placer haciéndolo. Disfruto viendo felices a los demás ante un plato cocinado por mi.
Me gusta comer y me declaro una disfrutona y una sensorial en toda regla  .
La cocina y la gastronomía me han dado enormes alegrías y me han acompañado en los momentos mas intensos de mi vida (los mejores y los peores).Le estoy profundamente agradecida . 

Cuando estudiaba Aprendizaje y Modificación de Conducta en la Facultad de Psicología (mi otra pasión)  la  labor gastro-pedagógica  y gastro-terapéutica  de mis progenitores  cobró todo su sentido y la teoría del refuerzo positivo(entre otras teorías psicológicas ) como técnica de aprendizaje acabó por convencerme y conquistarme for ever.
Mas adelante cuando,  acabada la carrera de Psicología, me especialice en Sofrología ,técnicas de relajación y estimulación sensorial , mi experiencia culinaria me facilito enormemente la tarea.  Desde entonces la cocinera y la psicóloga(ya son casi treinta años de profesión) que conviven dentro de mi se podría decir que se han sumergido juntas en las dos disciplinas, en las dos actividades.





Dos caminos paralelos que inevitable y  afortunadamente , han acabado por ser el mismo. Por el paseamos juntas y en el nos sentimos muy cómodas y complementarias. 

La Psicología como dice la de la bata blanca (la psicóloga ) tiene también una cara amable y cercana.
No todo son patologías, hay una Psicología del Ocio y de la Calidad de Vida que merece la pena promover desde diversos ámbitos , diversas profesiones y desde  diversas plataformas .
Por otra parte la vinculación de la Cocina y las Ciencias Gastronómicas con la Psicología , es decir con la Ciencia de las emociones ,esta cobrando cada vez mas y mas importancia .

Los conceptos de Cocina emocional ,cocina terapéutica o  psicococina ya empiezan a resultar familiares y forman parte de  talleres o seminarios de desarrollo personal o grupal por todo el mundo.
La contribución de Slow Food como movimiento internacional y el elogio de  la lentitud como filosofía de vida han hecho surgir nuevas actitudes gastronómicas ,las cuales cada día adquieren mas protagonismo si hablamos de calidad de vida .
Las experiencias culinarias y gastronómicas se nutren de mayor contenido y se busca algo mas que comer.  Paralelamente la Psicología ha encontrado una nueva vía para acercarse al publico de a pie dentro de un campo diferente de intervención. ¡Es fantástico !




La Emococina como elemento estimulante, relajante,  terapéutico y de desarrollo personal a la par que muy , muy placentero . Elemento potenciador de las mejores emociones, espesante natural de la deliciosa salsa del  bien-estar .
Emococina para degustaciones  plenas y mentes satisfechas  y felices  ¡Si!

Me emociona el pensarlo y saber que estoy contribuyendo a ello con bata blanca o con mandilín o con los dos a la vez. El objetivo es el mismo, en realidad. Estoy encantada y completamente inmersa con mi  proyecto de Emococina donde  bata blanca y mandilín podría decirse que se convierten en una misma prenda   y ¡quiero compartirlo contigo!




Llega una época esplendida para comenzar a disfrutar de experiencias 
Emo-gastronómicas  completas , de conocer como la Psicología y la Cocina maridan a la perfección y descubrir lo mucho que tienen en común. Emococina a fuego lento  para degustaciones conscientes, plenas, lentas y felices . Para vivir la emoción de cocinar y de comer. 
Desde aquí  te emplazo y te invito a que lo descubras.  ¿Me acompañas? . Será un placer .









No hay comentarios:

Publicar un comentario